La Academia se lució ante Argentinos Juniors con un 3 a 0 que pudo haber sido mucho mayor, de no haber sido por la gran actuación de Diego Rodríguez. El equipo de Gustavo Costas tomó el protagonismo y las riendas del partido de principio a fin y fue completamente superior a su rival. Gastón Martinera, Johan Carbonero y Roger Martínez convirtieron los goles del elenco albiceleste.
La concentración, la injundia y la solidaridad fueron los pilares de la gran actuación del equipo en la noche del lunes. El equipo, consciente del papelón que había hecho en la primera fecha ante Belgrano, no podía darse el lujo de regalar más puntos, más allá de que apenas van dos fechas de torneo y restan otras 25 por definir la suerte de Racing en el certamen.
Fue así como Racing se animó a jugar en campo rival y a circular a gusto y placer cada acción ofensiva. El elenco de La Paternal sólo atinó a dejar a Verón, Gondou y Maximiliano Romero (muy resistido por el público local) en el ataque para aprovechar las espaldas de Di Cesare y de García Basso. Los lanzamientos de Nicolás Oroz siempre encontraron bien parados a los marcadores centrales.
De esta manera, el equipo de Pablo Guede quedó muy largo entre sus líneas y cada rebote encontró a un jugador albiceleste para iniciar las jugadas que en su gran mayoría finalizaron con ataques que siempre encontraron bien parado al ex arquero de Independiente (a quien el público local le recordó su pasado y el descenso también).
El guardameta le pudo contener dos remates a Agustín Almendra, pero nada pudo hacer con el disparo de Gastón Martinena, a los 26 minutos del primer tiempo. El uruguayo (de buen partido) apareció en soledad por derecha y, tras centro pasado de Gabriel Rojas, conectó con borde externo una bolea de la que el Ruso nada pudo hacer.
El 1 a 0 generó la reacción inmediata de Argentinos Juniors. El Bicho contó con una sola chance de gol por medio de un cabezazo de Alan Lezcano que se fue apenas desviado. En el recuento no se le puede sumar la tapada de Arias a Gastón Verón por posición prohibida del delantero. Muy poco por parte de uno de los equipos que supo ser protagonista en la última Copa de la Liga.
En la segunda mitad, los cambios de Guede le dieron mayor tenencia y una mejor transición en la mitad de la cancha. En el mejor momento de la visita llegó la expulsión de Francisco Álvarez, a los 12 minutos de iniciado el complemento por doble amonestación, lo que le simplificó el trámite a Racing que se empezaba a sentir incómodo en el partido.
A los 18 minutos, Johan Carbonero encaró de izquierda hacia el medio y con un remate, que tuvo más dirección que potencia, marcó el 2 a 0. Premio para el colombiano que en el primer tiempo había enhebrado una misma jugada que terminó dando en el palo derecho.
Cuando al partido le quedaban seis minutos para completar el tiempo regular, Roger Martínez decoró el resultado, tras una jugada llena de exquisitez. El delantero anotó de cabeza, tras una buena conexión por derecha entre Juanfer (ingresó a los 30 minutos) y Martinera. El centro del uruguayo fue una delicia a pedir del 10 que volvió a convertir, como lo hizo en la primera fecha.
La prestación del equipo genera ilusión aunque el desenlace del partido claramente quedó condicionado por la expulsión de Álvarez. Será contra fáctico saber qué pudo haber sucedido si esto no ocurría. También es cierto que el arquero rival tuvo una actuación destacable lo que evitó que la goleada no haya sido más abultada.
Lo importante será que Racing mantenga este nivel de competencia y sostenga la efectividad. Vayamos por más.