En un encuentro esquivo nuevamente desde lo táctico, Racing sufrió el 0 a 0 ante Estudiantes en La Plata. Lejos de lo que ocurrió en la primera fecha ante Unión, La Academia sí volvió a tener varios desacoples en el retroceso que dejaron varias veces a Javier Correa de cara al gol (anotó uno en posición adelantada). Los puntos más altos del equipo fueron Agustín Almendra (un león en la mitad de la cancha) y Agustín García Basso.
La prueba ante el Pincha en condición de visitante era necesaria para validar la actuación magistral del equipo ante un Tigre muy deshilachado. De todo lo que Racing generó ante el conjunto Matador, muy pocos volvió a repetirse ante el elenco de las diagonales. La injundia de Almendra, la prestancia de García Basso, la sobriedad y la inteligencia de Gabriel Arias, intentando enfriar el duelo.
Muy poco pensando en todo lo bueno que el equipo había mostrado ante el equipo de Néstor Gorosito. Decir que el equipo volvió a tener la valla en cero también sería un tanto mentiroso, si la mención se remite a la solidez defensiva. Estudiantes anotó en dos oportunidades: la primera, luego de un cambio de frente brutal en defensa iniciado por José Sosa, que Correa finalizó eludiendo a Arias y definiendo correctamente.
En el segundo tiempo, nuevamente Sosa (esta vez de pelota parada) envió un centro excelso para el frentazo de Federico Fernández. Ambas anotaciones fueron anuladas por los dos jueces de línea y respaldadas por el VAR. Por otro lado, los cambios en el segundo tiempo le dieron aire a La Academia. Lolo Miranda, Ignacio Galván y Maximiliano Salas ingresaron de buena manera.
El conjunto local, extenuado por el gasto de llevar el ritmo del partido se cansó y a partir de entonces, cuando al partido le quedaron 15 minutos, el elenco albiceleste fue de menos a más, con poco. Salas volvió a exigir a los defensores rivales tal como sucedió ante Unión y Tigre y Adrián Martínez no se sintió tan sólo, como en el primer tiempo.
El propio Martínez sufrió la dura falta cometida por Zaid Romero que se fue expulsado a los 44 minutos del complemento. Racing pudo haberse quedado con el partido luego de un remate de Santiago Sosa que Enzo Pérez salvó providencialmente, amortiguando un remate que terminó dando en el travesaño. El 0-1 hubiera significado un premio mayor para un equipo que no trabajó el encuentro para llevarse la victoria.
El punto sirve bastante para un equipo que todavía se encuentra en proceso de formación en un estadio siempre esquivo. Quedará generarle a un más crédito al empate, si el equipo reivindica nuevamente el juego ante San Lorenzo, el próximo viernes, en Avellaneda.