Racing derrotó 3 a 0 a San Martín de Burzaco en el encuentro correspondiente a los 32Avos de Final de la Copa Argentina. La Academia volvió al triunfo en el certamen federal donde tuvo un laborioso primer tiempo, donde no pudo encontrar la ventaja. Ni siquiera de penal, ya que en el epílogo de la parte inicial, la ejecución desde los once pasos de Santiago Sosa fue adivinada por el portero visitante. En los 16Avos, La Academia aguardará al vencedor de Instituto y Talleres de Remedios de Escalada.
La victoria se festejó de manera mesurada. Lógicamente porque había más para perder que para ganar. La derrota hubiera significado un golpe irremontable y el triunfo sirve para ganar confianza y para analizar cuestiones grupales e individuales del juego.
En primer lugar, el equipo se sintió a gusto con la línea de cuatro defensores. Marco Di Cesare hizo su debut absoluto con la camiseta de Racing y cumplió. Se lo notó concentrado en el anticipo y sólido en la marca y con balón dominado. Ante la ausencia de Juanfer, Santiago Sosa fue el motor para darle futbol al equipo.
Se lo notó mejor suelto, sin la compañía de Zuculini al lado. Tomó buenas decisiones en cada lanzamiento largo y su participación en cada avance fue con intención de romper líneas.
Si bien no sufrió grandes embestidas, Facundo Cambeses también cumplió en su debut como titular. Templado, siempre fue opción para que sus compañeros en la última línea lo asistieran y buscaran amplitud en la salida. Sin lugar a duda, la mala noticia de la jornada fue la lesión de Ignacio Galván.
El zurdo tuvo que salir reemplazado sobre el cierre de la primera mitad por un golpe recibido en su tobillo izquierdo, con claras muestras de dolor. Lo sustituyó Gabriel Rojas que tampoco pudo salir a jugar el complemento por una molestia muscular. El canterano de San Lorenzo le dejó su lugar a Gastón Martinera, haciendo que Mura se mueva por el carril opuesto a su pierna hábil.
El ingreso de Maravilla Martínez le dio otra frescura al ataque. La Academia fue mucho más directo en los últimos metros y gracias al goleador llegó la apertura en el marcador a los 12 minutos del complemento. A partir de entonces, el partido se abrió y el conjunto de Gustavo Costas dispuso de los espacios y la jerarquía necesaria para manejar los tiempos del partido.
Los tantos de Johan Carbonero y Maximiliano Salas justificaron la diferencia entre un equipo y otro, además de que serán alicientes importantes para dichos futbolistas, ya que arrastraban una importante sequía con el gol. Ahora queda pensar en las próximas tres finales en la Copa de la Liga y aguardar el milagro de la clasificación.