Racing cayó 1 a 0 ante Huracán en el Cilindro, llegando a su cuarta derrota consecutiva en lo que va del Torneo Apertura donde acumula cinco encuentros perdidos. Aunque el entrenador no quiera poner el argumento como una excusa, los jugadores lesionados fueron una baja sensible que no tuvo retorno en sus reemplazantes.
El duelo ante el elenco quemero fue otro partido donde La Academia volvió a mostrar su versión más pobre. El equipo de Gustavo Costas estuvo muy desdibujado. Sin conexiones claras ni sociedades, careció de volumen de juego y de situaciones que abastezcan a sus atacantes.
El partido de Adrián Balboa fue muy pobre. Así todo, el equipo también deberá entender que el uruguayo no está para hacer el trabajo sucio que realiza Maravilla Martínez. El delantero, con pasado en Alianza Lima, necesita que el equipo lo pueda asistir al espacio. Aunque allí también perdió varios duelos individuales ante un defensa rival más que concentrada y se perdió un gol increíble promediando el segundo tiempo.
A los 25 minutos del primer tiempo, Tomás Guidara envió un centro con zurda desde la derecha. Gabriel Alanis le ganó en el salto a Conti y el balón quedó muerto entre Colombo, Erik Ramírez y una salida apresurada de Arias. El delantero, con la punta de su pie derecho, anotó el único del del partido.
De ahí en más, Huracán defendió el resultado con uñas y dientes. En cada avance de La Academia, tanto Fabio Pereyra como Marco Pellegrino no dudaron un minuto y revolear la pelota para donde sea con tal de alejar cualquier peligro al arco de Hernán Galíndez quien, prácticamente, no tuvo trabajo en la tarde/noche de Avellaneda.
Este accionar de la buena dupla central que tiene el Globo sin lugar a dudas fue orden explícita de Frank Kudelka. De hecho, el único arma amenazante del elenco albiceleste fue Maximiliano Salas. El correntino tuvo un despliegue conmovedor y se tuvo que fabricar sus propias jugadas, ante la carencia de ideas de sus compañeros.
Los ingresos de Adrián Fernández, Ramiro Degregorio y Santiago Solari no fueron soluciones para las aspiraciones de La Academia en ataque y el duelo se fue consumiendo entre la impotencia y la preocupación de la gente de cara al próximo fin de semana.
Para el clásico de Avellaneda, Gustavo Costas deberá volver a inyectar la dosis de motivación que supo transmitir en el duelo copero ante Corinthians, disputado en San Pablo. Podrá recuperar algunos jugadores importantes, pero lo que más deberá reponer es la intensidad de un equipo que siempre respondió ante los grandes desafíos.