Racing cayó 2 a 1 ante Independiente Rivadavia de Mendoza y quedó a cuatro unidades de la octava posición que hoy está ocupando Barracas Central. El equipo de Avellaneda jugó un aceptable primer tiempo donde se fue al descanso con la ventaja mínima. En el segundo tiempo volvió a ser una sombra y, por errores individuales puntuales, volvió a quedarse sin nada.

La aeronave acrobática comandada por Gustavo Costas está volviendo a ingresar en una nueva crisis climatológica. Los vientos están volviendo a soplar fuerte y comienzan a afectar la gravedad de un equipo que supo sostenerse en las alturas en la última parte de 2024 y principios del corriente año.

Sin embargo, la prestación del elenco albiceleste está siendo deficitaria en los resultados y también en el rendimiento. Hay niveles individuales que están por debajo de lo esperado (Martirena, Almendra y Vietto tuvieron un mal desempeño) y el entrenador no encuentra variantes en el banco de los suplentes.

Esto último fue tan marcado en la noche de Mendoza que Costas recién movió el banco a los 81 minutos de juego, siendo que el funcionamiento del equipo pedía un cambio de rumbo en el partido mucho antes del epílogo.

La Academia no supo cuidar la ventaja conseguida, gracias al anticipo de Juan Nardoni a los 25 minutos del primer tiempo, luego de un buen centro de Vietto tras balón detenido. La visita pudo aumentar el marcador por medio de Maravilla Martínez, pero el goleador demostró que es humano y le entró mordido al balón en una jugada que Salas supo asistir dejando al delantero mano a mano con Ezequiel Centurión.

La Lepra mendocina jugó el partido como una final. La grave lesión de Victorio Ramis avivó el fuego y movilizó el amor propio del equipo de Alfredo Berti para ir con todo por el empate. Igualdad que logró merecidamente a los 24 del complemento, gracias a una genialidad de Sebastián Villa por izquierda. El colombiano, con pelota dominada, ganó terreno por izquierda y envió un centro perfecto para que Juan Barbieri conecte de cabeza, aprovechando el descuido de Nazareno Colombo.

El conjunto local aprovechó el desconcierto de su rival y 10 minutos más tarde dio vuelta el resultado. Nuevamente Villa, apareciendo por derecha, envió un centro que Cambeses anticipó pero, queriendo bajar para volver a tomar con sus manos no se percató de la presencia amenazadora de Barbieri. El delantero aprovechó el error grosero del arquero y sólo tuvo que empujar el balón, bajo la mirada atónita de Di Cesare y Nardoni.

Con más tesón que fútbol, La Academia intentó llegar a una igualdad que también carecía de valía. El triunfo de Barracas ante Estudiantes lo seguía dejando afuera de los ocho clasificados, más allá de que saliera vencedor ante el equipo vestido de azul.

Con la derrota consumada, el margen de error pasó a ser mucho más estrecho. Racing deberá conseguir doce de los quince puntos en juego mínimamente para terminar la primera etapa del torneo con aspiraciones de seguir compitiendo en los Playoffs. Mucho por trabajar y mejorar.

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