Con los inconvenientes institucionales a cuestas por la última gestión de Eduardo Spinoza, que dejó un sin fín de deudas, Pedro Troglio logró enderezar a un equipo abúlico que empezaba a coquetear con la zona de descenso. Con virtudes y limitaciones propias de un plantel corto, logró hacer del Taladro un equipo duro.

En lo que va del Torneo Clausura la nave banfileña parece acomodarse, más allá de no estar en zona de clasificación a los Playoffs. Por lo pronto, en la tabla anual va sumando 28 unidades. Consumada la fecha 11 del certamen, el conjunto del Sur se encuentra a ocho puntos de San Martín de San Juan, quien estaría perdiendo la categoría.

El elenco cuyano también es colista en la tabla de los promedios. Sin embargo, este es el porcentaje de puntos que Banfield debe engordar, ya que se encuentra en la posición 27 de 30 equipos, superando a Sarmiento por 12 unidades. Tanto Aldosivi como el Santo dividen diferente por ser los recientes equipos ascendidos.

El Taladro viene de caer injustamente en Parque Patricios ante Huracán. Jugó un muy buen primer tiempo, con claras situaciones de gol. La intervención de Hernán Galíndez, la falta de jerarquía en la definición de Rodrigo Auzmendi y el travesaño le negaron la apertura del marcador. Sobre el cierre de esa primera mitad llegó el gol del conjunto quemero por medio de Luciano Giménez.

El complemento se le hizo cuesta arriba por la insólita expulsión de Gabriel Vega, que había ingresado a los 24 minutos del segundo tiempo y al minuto golpeó (arriba y abajo) a Juan Bisanz. Pablo Dóvalo no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Así y todo, en pelota parada, buscando la cabeza de Bruno Sepúlveda por centímetros no llegó a la igualdad.

Sin dudas, La Academia va a chocar con un equipo sediento de resultados. Deberá proponer el mismo rigor físico si quiere llevarse los tres puntos del Florencio Sola.

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