Racing derrotó 1 a 0 a Central Córdoba en condición de local y se acomodó aún mejor en la Zona A, de cara al desenlace de la fase regular en el Torneo Apertura. La Academia jugó el encuentro como una verdadera final en los primeros 45 minutos. Por la escasa diferencia que no pudo ampliar en el primer tiempo, sufrió en varios pasajes del complemento pero se quedó con un triunfo importantísimo.

El encuentro ante el conjunto Ferroviario mostró las dos caras que tiene este Racing. El primer tiempo fue el de la voracidad, el que presiona y juego directo, con los dos leones que tiene de delanteros; siempre con hambre de gol. En el segundo tiempo volvió a ser ese equipo que por momento comete ingenuidades que le terminan costando puntos (como ocurrió ante Bucaramanga, donde Racing decididamente jugó mal). En síntesis, el hincha volvió a consumir y a sufrir el pack completo que ofrece este plantel.

A pesar del costado negativo del complemento, nobleza obliga un reconocimiento para el rival de turno: Central Córdoba es un buen equipo. Campeón de la última edición de Copa Argentina y protagonista en su grupo de Copa Libertadores (venció a Flamengo en el mismísimo Estadio Maracaná) no le hizo el trámite fácil a Racing.

No obstante, el equipo de Gustavo Costas terminó haciendo figura a Alan Aguerre que se destacó en ocasiones claras de gol para el elenco albiceleste. El portero canterano de Vélez Sarsfield ahogó el grito de Salas, Maravilla y Vietto en varias oportunidades.

Así todo, el 1 a 0 llegaría por la tozudez de La Academia por conseguir la ventaja antes del cierre de la primera mitad. A los 44 minutos, Gabriel Rojas avanzó un largo tramo con pelota dominada hasta visualizar la entrada de Zuculini en el corazón del área. El centro del zurdo fue directo a la cabeza del mediocampista que le dio con el parietal derecho. Aguerre despejo pero el rebote fue capturado desde el suelo por Zucu.

El disparo mordido encontró al golero en el suelo y sin posibilidad de estirarse hasta el lugar donde terminó ingresando el balón.

En el complemento, Racing insistió en salir jugando desde el fondo para superar la primera línea de presión del equipo Ferroviario. Sin embargo, en más de una vez el resultado se vio en peligro por las imprecisiones de Di Cesare y Arias. Del inicio de una desatención llegó el penal en favor de la visita, por una mano de Rojas en el área, tras un corner.

A los 18 minutos de la segunda mitad, Leonardo Heredia eligió dirigir el remate al palo izquierdo de Arias y el guardameta, vestido de verde, adivinó la dirección atajando un penal en tiempo regular después de cuatro años.

El momento de mayor tensión se dio a los 39 minutos cuando Racing volvió a cometer el mismo error que ante Atlético Bucaramanga: una pésima decisión de enviar por bajo un corner (esta vez se equivocó Mura) y contragolpe. A pura velocidad, Luis Angulo avanzó por el lado derecho. Asistió a Matías Perelló que esperó que el colombiano pise el área para asistirlo. El extremo le dio de bolea sin poder esquinar el remate y encontrando la resistencia oportuna de Gabriel Arias.

El pitazo final de Hernán Mastrangelo trajo alivio, pero el cuerpo técnico deberá tomar nota rápidamente de los errores que se repiten una y otra vez en los envíos de balón detenido (especialmente en los tiros de esquina).

Con los tres puntos asegurados, Racing trepó a la quinta ubicación, a la espera de lo que pueda ocurrir con Estudiantes y Barracas (enfrentan a Boca y a Argentinos, respectivamente y en condición de visitante).

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