Racing volvió a dar lástima en condición de visitante y cayó 2 a 0 ante Talleres en el Estadio Mario Alberto Kempes. Gustavo Costas decidió presentar en campo un equipo totalmente alternativo que jamás construyó circuitos de juego por donde lastimar al conjunto cordobés. La derrota podría dejarlo a nueve unidades de Vélez, si el Fortín vence mañana a Estudiantes en Liniers. Lamentable.
Tal como ocurrió en el corriente año con Sarmiento; tanto en el Cilindro, como en Junín, como sucedió ante Lanús en la Fortaleza y como ante Gimnasia en Avellaneda, Racing tuvo un nuevo remake de sus peores presentaciones en la actual temporada. Lo más preocupante es que ninguno de sus futbolistas se inmutó por haberle regalado el partido a Talleres.
El encuentro finalizó con el tanto de Valentín Depetri, a los 17 minutos del primer tiempo. Todo lo que ocurrió después terminó siendo anecdótico. Inclusive la expulsión de Franco Moyano, que en teoría le permitía jugar con ventaja a la visita durante los 55 minutos que le quedaban al encuentro, lo cual jamás se ocurrió.
El compromiso en Córdoba no reviste mayor análisis que ese. Porque el propio entrenador de Racing fue el principal culpable de la derrota al presentar un equipo totalmente irresponsable, anárquico y, sobre todas las cosas, inútil. Decidió librar a la suerte el certamen doméstico, para hacer descansar a los titulares que cayeron en Curitiba (exceptuando a Gabriel Arias y a Mura).
Con esta determinación el propio técnico (que diagrama e interpreta el desarrollo de los partidos de pésima manera) puso su continuidad en jaque porque una hipotética eliminación ante Atlético Paranaense lo dejaría al borde mismo del abismo y con las horas completamente contadas en el club. Algo absolutamente innecesario.
El único detalle importante a resaltar fue el debut de Matías Acevedo, con 16 años. La joya ingresó a los 29 minutos del complemento en reemplazo de Agustín Urzi y mostró algunas de sus habilidades aunque con el resultado consumado, por el tanto de Cristian Tarragona que a los 18 minutos del segundo tiempo anotó el 2 a 0.
Ahora quedará ir a por todo el día jueves. Ya no queda margen de error y eso es responsabilidad de Víctor Blanco quien creyó que con lo que había incorporado a principio de año, le alcanzaba para luchar por los dos frentes que le quedan a Racing en el semestre y la realidad le está demostrando que se equivocó. Una vez más, como tantas otras.