El bahiense tuvo una actuación destacada en el torneo de mayor relevancia en el Viejo Continente, a nivel clubes. En el encuentro desquite ante Barcelona, condicionado por una lesión sufrida en el encuentro de ida, convirtió el 1 a 0 y provocó el penal que le dio una ventaja de dos goles al elenco Neroazurri. La final, a disputarse el 31 de mayo en Alemania le dará la posibilidad de recuperarse de sus dolencias.

La llave, según los futboleros y la crítica deportiva en general, fue una de las más emocionantes en la historia de la Champions. Con resultados cambiantes y un total de ¡13 goles!, con un resultado global de 7 a 6 a favor del equipo de Simone Inzagui. Inter consiguió el ansiado boleto a Munich que podría significar alzar la Orejona por cuarta vez y la primera para el argentino.

El capitán del equipo, consumada la clasificación a la final, fue contundente en cómo atravesó los días previos al partido disputado en el Estadio Giuseppe Meazza: “Lloré mucho después del partido contra el Barcelona, pero le prometí a mi familia que jugaría. No me siento bien, pero trabajaremos para que mi pierna recupere su fuerza”, destacó el Toro.

Lo cierto es que el delantero sufrió una distención en los flexores del muslo izquierdo. La recuperación tenía un mínimo de 14 días, pero la tozudez del argentino y su compromiso con el equipo pudieran más que los dolores.

El rival del elenco italiano será el Paris Saint Germain que eliminó a Arsenal de Inglaterra, en un resultado global de 3 a 1. Sin las figuras de Messi, Neymar y Mbappe, los parisinos construyeron un equipo fuerte y contundente, el cual no será un hueso fácil de roer.

Lautaro, orgullo racinguista y surgido del Predio Tita, a lo largo de la competencia disputó un total de 8 partidos y  anotando 9 goles.

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