Racing cayó 1 a 0 en su visita a Vélez en Liniers y se despidió del torneo a falta de ¡10 fechas! El equipo de Gustavo Costas nunca se puso el traje de protagonista en la Liga Profesional y en la tarde del sábado dejó escapar el último tren para subirse a la pelea. A cinco minutos del cierre, Brian Romero anotó el único gol del partido.

Que el equipo, a esta altura del año, sólo siga en carrera en una sola competencia de las tres posibles, lo explica solamente el pésimo mercado de pases invernal que encaró la dirigencia en el receso. Ninguna de las cuatro incorporaciones siquiera sirve de recambio (Vietto podrá estar en condiciones de llegar recién para las Semifinales ante Corinthians).

La realidad explica a la perfección que a este plantel no le sobra nada y no es tan rico como tantos sectores mediáticos intentaron instalar durante gran parte del año. Frente al líder, el equipo jugó al fulbito; fue previsible y nunca pudo saltar la última línea de una defensa segura (sólo a Joaquín García se lo vio nervioso durante el primer tiempo).

En todo momento, al local se lo vio convencido de su idea y propuesta, amén de no haber tenido su mejor partido. Jamás negoció el compromiso y la solidaridad. Sólo le faltó explotar los últimos metros para vulnerar más temprano que tarde a un equipo muy flojo en todas sus líneas. Ni siquiera la presencia de Santiago Sosa entre los mediocampistas pudo cortar el avance del conjunto de Gustavo Quinteros.

En el complemento, el equipo de Avellaneda dispuso de varios contraataques en los cuales siempre decidió mal y nunca pudo poner a sus delanteros cara a cara con Tomás Marchiori. Apenas un remate aislado de Gastón Martinera que el portero contuvo sin dificultades en un tiempo.

Cada vez que el balón pasaba por los pies de Claudio Aquino o Thiago Fernández se percibió una acción de potencial peligro y esa sensación se tradujo en realidad a los 40 minutos de la etapa final. El juvenil recibió un pase por izquierda, envió un centro al corazón del área que Brian Romero conectó de cabeza en completa soledad.

Nazareno Colombo, que había ingresado bien en reemplazo del lesionado Santiago Quiros, cometió el error de mirar la pelota y perder la marca del goleador del torneo.

Con la derrota ya consumada, el equipo de Avellaneda quedó a once puntos de Vélez con 30 unidades por disputar. Ni siquiera lo matemático puede sostener alguna expectativa, ya que el equipo dio sobradas muestras de no brindar ningún tipo de garantías. Ahora, sólo le queda mantenerse con vida en el plano internacional.

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