En su primera presentación como local y sin su público por la pena que le impuso la Conmebol a instancia del recibimiento ante Corinthians por Copa Sudamericana, Racing cayó 2 a 1 ante Atlético Bucaramanga. La Academia quiso resolver todo en 20 minutos de partido; no lo logró y luego se desinfló física y anímicamente. Terminó entregándose a la suerte luego del 1 a 0, jugando muy mal. Ahora, a no perder en Chile para volver a acomodarse en el grupo.
La carga de partidos va haciendo mella en el equipo de Avellaneda. La ausencia de Juan Nardoni por lesión ante Banfield hizo que Gustavo Costas decidiera ubicar a Santiago Sosa en la mitad de la cancha. El canterano de River Plate es de alta valía dentro del equipo, pero su nivel disminuye considerablemente cuando ocupa únicamente ese espacio.
En ese sector de la cancha fue donde la visita dominó varios tramos del primer tiempo, a pesar de acercarse con mucha timidez a la zona de definición. No obstante, esa sola labor hizo que Racing corriera mucho más tiempo que el debido a intentar cortar los circuitos de juego del conjunto dirigido por el legendario Leonel Álvarez.
A pesar de lo mencionado y del mal funcionamiento general del equipo, en los primeros minutos de juego, el equipo albiceleste tuvo claras situaciones de gol. Primero, por medio de Gastón Martinera que remató de zurda entrando por el andarivel derecho. En segunda instancia por medio de Maravilla Martínez que exigió la respuesta de Aldair Quintana. El portero colombiano fue uno de los puntos más altos de los Leopardos.
A los 29 minutos, llegó el contragolpe más claro que tuvo el elenco cafetero en la primera mitad. Frank Castañeda finalizó con remate desde afuera del área un puñado de pases, encontrando a Racing retrocediendo de mala manera.
En ese último cuarto de hora, el partido empezó a ser de ida y vuelta y fue entonces donde el elenco vestido de verde empezó a creer que podía llevarse mucho más que un punto de Avellaneda.
A los 8 minutos del complemento llegaría el primer baldazo de agua fría para La Academia. Luego de mover rápido un tiro libre en la mitad de la cancha y, tras recibir por derecha, Kevin Londoño envió un centro muy elevado donde García Basso pierde la marca de Luciano Pons y Arias decide no salir. El delantero argentino conectó de cabeza en el área chica. Si. Increíble.
Diez minutos más tarde llegaría un nuevo error no forzado. Un tiro de esquina mal ejecutado por Rojas, una pifia de Sosa (dos que suelen equivocarse poco) y un nuevo contraataque. Leonardo Flores, de gran tarde/noche, lanzó un pase desde el fondo a la ubicación de Castañeda. Martín Barrios rechazó de manera defectuosa y no logró tomar la marca del volante, que hizo una pausa para esperar el pique de Fabián Sambueza y luego asistirlo al espacio. El mediocampista argentino definió cruzado para estirar el marcador.
El propio Barrios recompuso algo de su error en el 0-1 y anotó el descuento en el minuto 91, abriendo el pie derecho, luego de una jugada que se ensució en el área, tras balón detenido.
El resultado final no sorprende porque, a pesar de que este equipo fue construyendo su fuerte en jugadas más que en elaboración de juego, los resultados también se gestan desde los duelos en la mitad del terreno. Y es allí donde Racing muchas veces carece de elementos necesarios para intentar algo más que generar desde la lucha de sus torres, como lo son Salas y Maravilla Martínez.
Con la derrota consumada y guardando el encuentro entre Colo Colo y Fortaleza, Racing perdió el liderazgo de su zona. Ahora, quedará viajar a Chile para rescatar, al menos, un punto ante el elenco cacique.