Racing cayó 1 a 0 ante River por Copa Argentina y se despidió del certamen federal en los Cuartos de Final. La Academia hizo un aceptable primer tiempo, pero tuvo que remar contra una desventaja muy tempranera. En el complemento, luego del humo que generó el fuego de las bengalas encendidas por el público albiceleste, al equipo de Gustavo Costas no pudo conectar dos pases seguidos producto del desgaste mental y físico que viene arrastrando a lo largo del semestre.

La parada bravísima ante Peñarol, el duelo frente a Vélez y el clásico de Avellaneda fueron los puntos de mayor desgaste que tuvo Racing a lo largo de la segunda parte del año 2025. Ese trajín de encuentros provocó que el equipo llegara quemado, como se suele decir en la jerga cotidiana de los argentinos. La Academia no pudo equilibrar el marcador en el primer tiempo, luego del tanto de Maximiliano Salas a los 5 minutos de iniciado el encuentro.

El quedo del Millonario, luego de los primeros 15 minutos, le permitió a Racing (que hizo de local en el Gigante de Arroyito) empezar a jugar, con la conducción de Agustiín Almendra. El canterano de Boca Juniors fue quien generó fútbol y quien mejor se asoció por banda. Principalmente, por izquierda con Gabriel Rojas. En el otro andarivel, Facundo Mura tuvo un pésimo encuentro y sufrió cada avance de Facundo Colidio, en tándem con Marcos Acuña.

Maravilla Martínez no tuvo la pericia suficiente para anotarse en el marcador. Primero, por la buena intervención de Franco Armani. Luego por apresurarse a definir cuando tenía a Santiago Solari solo para definir en el punto del penal, luego de una enorme corrida a la espalda de Martínez Quarta y Lautaro Rivero, quienes habían quedado muy separados.

El complemento prácticamente no se disputó. Los hinchas de Racing, en reconocimiento a sus jugadores y con la intención de ganar el duelo en las tribunas, hizo un show innecesario, ya que el parate de 14 minutos hizo que las piernas de los jugadores albicelestes sintieran aún más la fatiga. Cuando el juego se reanudó, ya fue tarde. River, por su parte, fue inteligente en no generar faltas cerca de su área.

El segundo tiempo sirvió para comprender el buen comportamiento que tuvo Salas durante el encuentro, soportando los insultos lógicos de la gente de Racing, sin hacer ademanes y hasta siendo inteligente para declarar ante los micrófonos post partido. Marcos Acuña fue todo lo opuesto a su compañero. Provocó sin necesidad a los hinchas que ocupaban una de las plateas y se volvió a pelear (como lo hizo ante Inter en el Mundial de Clubes y frente a Palmeiras) contra todo aquel que quiso cuestionarle en la cara su bajeza.

El partido se terminó consumiendo con la certeza de que el equipo de Avellaneda tiene un plantel muy corto. Con buenos titulares pero con un recambio que, hasta el momento, no termina de estar a la altura. Todos esperamos que con esto alcance para llegar a Lima el próximo sábado 29 de noviembre.

 

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