En un partido plagado de errores, con un desarrollo cambiante en el resultado, La Academia perdió 5 a 4 ante Estudiantes en el Cilindro y prácticamente quedó afuera de la lucha por el torneo. El equipo dejó la piel y el alma en un campo de juego repleto de imperfecciones, pero cometió errores groseros que la visita no dejó pasar.
Qué difícil continuar con los festejos por la obtención de un logro tan importante, como la Copa Sudamericana, cuando las circunstancias le permitían a Racing seguir con vida en la Liga Profesional, si vencía al rival de turno. Durante los últimos cinco minutos del partido, Gustavo Costas se tomó con sus dos manos la cabeza desde la nuca, sin poder creer la posibilidad que estaba dejando en el camino.
Desgraciadamente, si bien el partido de ayer era importante, su Racing ya había dejado en el camino puntos insólitos con rival de escaso calibre: Sarmiento de Junín, Gimnasia y Banfield, por citar algunos ejemplos. A las derrotas con tales conjuntos, también se le puede añadir los empates como local ante Independiente y Platense.
El duelo ante el elenco Pincha, tal vez, fue el más puro reflejo de lo que fue Racing a lo largo de todo el año. Un equipo con buenas sensaciones de mitad de cancha hacia adelante, con tenencia y juego directo y otro complemente permeable en la última línea. El envión anímico, esta vez, no alcanzó porque las piernas no pudieron más.
Santiago Sosa, acaso el jugador más regular durante todo el 2024, fue uno de los puntos más flojos junto con Nazareno Colombo (que regresó a su nivel bajo de competencia, luego de un lapsus corto de tiempo). En mediocampo, Zuculini también padeció el encuentro y nunca pudo hacer pie; ni cuando Estudiantes decidió saltar líneas y tampoco cuando el conjunto de La Plata intentó generar sociedades. Zucu la vio pasar de un lado a otro, sin poder intervenir.
La entrega de Salas, descansado por la suspensión cumplida ante Rosario Central y el despliegue enorme de Gabriel Rojas fueron de lo mejor del equipo, junto a los buenos ingresos de Baltazar y Vietto. El cordobés, con una buena pretemporada, será pieza clave en un año plagado de compromisos importantes.
Además de Colombo, otro de los puntos flojos del equipo de Gustavo Costas es Johan Carbonero. El colombiano está un nivel bajísimo y ya no pide banco sino una salida, tal vez, provisoria del club. Al extremo se lo nota completamente desconocido del nivel que supo tener en el segundo semestre de 2022, cuando Racing terminó segundo en la Liga, detrás de Boca.
Ahora quedan disputar dos encuentros. Si Vélez se termina consagrando en la Copa Argentina y en el presente certamen, quedar en el segundo lugar de la tabla de posiciones le permitirá a La Academia disputar la Supercopa Argentina 2025 con el conjunto de Liniers.
No es tiempo aún para barajar y dar de nuevo. A seguir compitiendo.