Racing cayó 1 a 0 con Sarmiento en Junín, desaprovechando la posibilidad de ubicarse en la cima del torneo. Volvió a padecer ante un equipo que decidió defender bajo y esperar su oportunidad. Al conjunto local le sirvió la estrategia. Todo lo contrario a lo que hizo Racing; que fue insistir siempre por el mismo camino. Ezequiel Naya convirtió el único gol del encuentro a los 20 minutos del primer tiempo.

De los errores cometidos en el semestre pasado, el equipo de Gustavo Costas parece haber aprendido muy poco. Ni siquiera el simple hecho de enfrentar al mismo rival que buscó en Avellaneda lo mismo que programó en el duelo de ayer, en condición de local: defenderse sin la pelota y golpear directo cada vez que pudiera.

Y frente a esa dificultad, la falta de respuesta anímica de los jugadores y la ausencia estratégica desde el banco de suplentes para cambiar la suerte de un partido completamente esquivo.

De hecho, a los 3 minutos del primer tiempo falló el que nunca falla. Nazareno Colombo envió un lanzamiento largo con dirección a Maravilla Martínez. En la aceleración de cara a Lucas Acosta, el goleador dejó en el camino la marca de Emiliano Méndez pero su disparo de zurda no le acertó al arco, sino que tocó el parante del palo izquierdo.

Diez minutos más tarde, Salas recibió la asistencia de Nardoni (tras una buena combinación de pases) en la puerta del área y remató fuerte. Su disparo encontró bien ubicado a Acosta, que desvió el balón al corner. Sin lugar a dudas en cuanto a construcción colectiva, fue lo mejor del elenco albiceleste en el primer tiempo.

A los 19 minutos llegó la apertura del marcador. Luego de un lateral lanzado al área de Racing, Méndez cabeceó de espaldas hacia adentro, Sosa despeja defectuosamente tras un leve empujón de Gudiño, por el que terminó protestando Costas y todo el banco de suplentes. El rebote le quedó a Naya quien disparó.

Para infortunio de la visita el remate dio en la espalda de Colombo, cambiando la dirección y dejando sin respuestas a Arias. A partir de entonces, la ventaja le dio confianza al elenco Verdolaga de seguir insistiendo con envíos largos a las espaldas de los centrales de La Academia que padecieron constantemente la presencia de Naya, quien dispuso de un par de situaciones para ampliar el marcador.

En la segunda mitad, el equipo de Avellaneda insistió, pero sólo pudo contar con una situación clara de gol. A los 11 minutos, Maravilla Martínez tomó un disparo desde afuera del área de Martinera. El rebote le quedó para su pie derecho; supo esperar la salida de Acosta, para superar el bloqueo del arquero. La pelota terminó siendo despejada por Gho en la línea.

Los ingresos de Roger Martínez, Solari y más tarde Baltazar Rodríguez no le dieron frescura al ataque y tampoco soluciones. Carbonero terminó desdibujado y todo Racing terminó el encuentro absorbido en su propia confusión y escasez de ideas.

Ahora vendrá Unión, un rival donde Racing terminó dejando los tres puntos en el certamen pasado jugando de local. El encuentro ante el Tatengue volverá a ser una dura prueba para saber si Racing (principalmente su entrenador), cuenta con respuestas anímicas y estratégicas para vulnerar a otro equipo que sólo buscará protegerse.

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