Racing derrotó a Newell´s 1 a 0 en el Estadio Marcelo Bielsa, en un encuentro donde tranquilamente pudo haber goleado, pero terminó sufriendo por no liquidar el partido cuando el rival se lo permitió. Un síntoma que se repite una y otra vez sin importar el oponente. Roger Martínez convirtió el único tanto de la noche.
El equipo de Gustavo Costas no huele sangre. No comprende los momentos en donde tiene que lastimar de muerte al rival para salir victorioso antes de los 90 minutos y jugar a su merced. Lo que puede transformar en una victoria segura, por despliegue, técnica o sencillamente por tener más que su oponente lo termina equilibrando por su falta de pericia.
A todo esto, vale reconocer que, más allá del mal presente de la Lepra (repudiado plantel, cuerpo técnico y dirigencia desde los cuatro costados del Coloso), La Academia hizo un buen partido. Más allá de su poca inteligencia para sentenciar a quien se le cruza en el camino, Racing tuvo méritos para ser justo vencedor y quedarse con los tres puntos.
Agustín Almendra fue el motor de la mitad de la cancha y se vistió de conductor en la noche de Rosario. Ayudó a Zuculini en el retroceso y tomó las riendas de la creación en la mitad de la cancha. De un lujo suyo (caño a Juan Méndez) se inició la jugada del gol de Roger Martínez, a los 29 minutos del primer tiempo.
El colombiano capturó la asistencia y remató desde muy lejos para vencerle las manos a Lucas Hoyos. Antes de eso, el delantero había cabeceado un centro desde la esquina de Urzi. El frentazo dio en el palo derecho de Hoyos. A diferencia de otros partidos, en esta ocasión se lo vio mucho más concentrado y participativo en la construcción de los ataques.
El desarrollo del segundo tiempo es lo que justifica el título de este análisis. Con espacios y con elenco rojinegro totalmente descompensado en defensa, Racing no supo aprovechar las ventajas otorgadas para estirar el marcador a tiempo y dejar sin chances a un equipo totalmente golpeado desde lo anímico.
El propio Roger, tal vez algo satisfecho en su producción y Santiago Solari desperdiciaron chances concretas de gol que pudieron haber provocado dejar dos puntos en un escenario totalmente favorable; precisamente por el momento del equipo de Sebastián Méndez. El extremo ya dio muestras suficientes de que no está, ni siquiera, para ocupar un lugar en los relevos.
El penal desperdiciado por Juan Ramírez tiene que servir de escarmiento para que lo de anoche no vuelva a repetirse. La incógnita de siempre (para no caer en una presunción negativa) es saber si alguna vez este equipo aprenderá a corregir, a partir de sus errores, alguna vez en la vida. Este equipo y su entrenador, en primer lugar… A pensar en Huachipato.